martes, 17 de mayo de 2011

Destroyer – Kaputt


Dan Bejar es un genio con voz de geniecillo, una voz que se agarra a tu cabecita y te sorprendes una y otra vez tarareando, imitándola, en un tono encantadoramente insoportable. Gana dinero gracias a su aportación en los discos de The New Pornographers y casi seguro que muchos de nosotros le habremos descubierto con alguna de las canciones de la banda, sin embargo como da rienda suelta a sus verdaderas inquietudes es bajo el “alter ego” de Destroyer.

Confieso que al escuchar por primera vez su último álbum me resultaba extrañamente familiar y no sabía exactamente por qué, hasta que leída una entrevista publicada en el número de marzo de ROCKDELUX encontré una respuesta a mis sensaciones: Preguntado por el sonido del disco, responde: “-… supongo que simplemente pensé en los sonidos de mi juventud. Cualquier canción que hubiera podido escuchar en los veranos que pasé con mis primos en la Costa Brava…” (resulta ser de madre canadiense y de padre granadino).
El momento en que la música entró en su vida no difiere mucho, ni en el tiempo ni en el espacio, al mío, así que "Kaputt" reproduce en mí la ilusión de un viaje en la máquina del tiempo que nos sitúa en los amados por unos pocos y odiados por la mayoría (musicalmente hablando) años 80’s. Siendo un adolescente jugabas a ser diferente al resto y repudiabas una música que tu generación bailaba y canturreaba porque era lo que inevitablemente se escuchaba no importando la hora ni el lugar. Empezabas a quemar la segunda década de una vida todavía por vivir y el subconsciente iba registrando retazos de existencia, imágenes y, sobre todo, sonidos.
Veinticinco años después, Bejar (cuya fecha de nacimiento supongo no muy lejos de la mía) nos muestra la huella que dejaran en él pistas de baile y emisoras de radio. Un baño de hedonismo, reconfortante para un espíritu necesitado de placer sin razón, capaz de inducir a tu pie izquierdo a seguir los pasos del derecho (bailar ya sería demasiado, todavía no he perdido el juicio).

New Order es el referente más fácil y evidente en canciones como “Savage night at the opera”; el pop inocente de Prefab Sprout, el más cool y refinado; Roxy Music, el que cita el propio artista como una obsesión, recordándome que mucho tiempo atrás "Avalon" fue uno de mis discos favoritos. Hace mucho desde entonces y me daría vergüenza reconocerlo ahora, pero ese disco fue lo primero que escuché en la voz de Bryan Ferry, me descubrió la clase de Phil Manzanera y Andy Mackay y, además, me hizo retroceder a un tiempo en el que las portadas de sus discos eran mucho más... explícitas y un tal Brian Eno no sabía muy bien que camino tomar, pero nos vamos a los 70’s y no era mi intención. Un secreto: todavía recurro a él muy a menudo y se disfruta hasta de los silencios.

Mi New Pornographer favorito aúna en un disco a todas esas bandas que vendieron cientos de miles de copias, algunas menos confesables que otras (las ya citadas, más Everything but the Girl, Blue Monkeys, Deacon Blue, Steely Dan, Chris Rea… y cien o doscientas que no recuerdo o no quiero recordar) pero que nadie se lleve las manos a la cabeza, lo hace, sin pretenderlo, facturando un disco cuidado, una puta delicia, especial, incluso arriesgado, que te deja con la sonrisa gilipollas de la felicidad. Cuidados arreglos, con la voz de Sibel Thrasher doblando a Dan Bejar y una producción limpia con saxos y sintetizadores disputándole el primer plano a las guitarras. No importa si aquellos tiempos fueron difíciles, nos quedamos sólo con los buenos momentos, recordados con una música de fondo que, aunque a muchos les cueste reconocerlo, resulto ser maravillosa en un momento en que no nos dábamos cuenta de ello.

¿Uno de los mejores álbumes de 2011? Uno de los que más placer me reportará al escucharlo. Como mirar fotos en blanco y negro, de esas que tenían los bordes recortados, pero ya no somos los niños que aparecían en ellas, nos vemos maduros y… felices.

I can't walk away, you can't walk away...
Yo no puedo escapar, no quiero escapar, tú tampoco podrás hacerlo... la fecha de nacimiento no importa mucho.

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